Comenzamos esta sección con dos capítulos iniciales sobre la "Planta y
Naves" de la Catedral y sobre sus "Pilares, columnas y bóvedas".
A continuación, se realiza una descripción de los altares, portadas y capillas,
que se pueden observar consecutivamente, a partir de la primera capilla de la
nave izquierda, según entramos (la del evangelio) o se puede realizar una seleccionando los componentes que se deseen:
para esta segunda opción puede "pinchar" en:
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Planta y Naves:
Se compone de una planta de cruz latina de tres naves, amplio transepto (brazo
corto de la cruz) y cabecera con un gran ábside, que contiene la capilla mayor
poligonal, rodeada por la Girola.
Inicialmente, en la cabecera se construyeron 5 ábsides con sus capillas
(capillas absidiales: San Juan Bautista, San Agustín, Capilla Mayor, San Pedro
y San Pablo y Santo Tomás Cantuariense), que fueron después sustituidas por la
Girola.
Todo el conjunto es un buen ejemplo del cisterciense o primer gótico.
Tiene 80 metros de largo por 31 metros de un extremo a otro del crucero, y 28 en las otras naves. La nave central, de algo de más de 10 metros de ancha, tiene 28 metros de altura. Las naves laterales tienen 21 metros de altura.
La cabecera y el transepto son del siglo XII.
Las naves bajas y las bóvedas del transepto, del siglo XIII.
La nave alta, del siglo XIV.
La reedificación de las crucerías de la nave central y la parte superior de la
Capilla Mayor, son del siglo XV.
Pilares,
columnas y bóvedas:
Las naves se separan por enormes pilares, a los que se adosan columnas que
rematan en una primera línea de capiteles unidos, todos ellos de tema
exclusivamente vegetal.
Los tipos de soportes varían de acuerdo al número de columnas adosadas, pues
cada una de ellas tiene su función específica.
Los de la nave central, tienen 20 columnas: dos columnas gemelas en cada uno de
los cuatro frentes (8), donde se apoyan los arcos fajones (transversal al eje
de la nave) y los arcos formeros (paralelo al eje de la nave).
La columna central de las diagonales (4) recibe el apoyo de los arcos ojivos. A
ésta la flanquean dos columnas (8), donde caen los arcos doblados de los
fajones y formeros.
La circunferencia total de estos pilares es de 14 metros y son de tipo
languedociano.
Tres de los cuatro pilares que enmarcan el coro, son circulares de 2,5 y 2,2 metros de diámetro, sin columnas adosadas.
De los capiteles arrancan los nervios pétreos que forman las bóvedas ojivales de crucería, de las naves laterales, y también los arcos laterales que unen los pilares.
En la nave central y en los lados del crucero, los pilares continúan hacia arriba, también formando un segundo haz de columnas hasta una segunda línea de capiteles: de ellos arrancan los nervios que forman las bóvedas de crucería de la nave central, y los arcos de unión entre pilares.
En general, las bóvedas son de crucería simple (con dos nervios diagonales), aunque como veremos más adelante, hay también bóvedas sexpartitas (además de los dos nervios diagonales, hay otro transversal) por ejemplo en los lados del crucero, o incluso octopartita, como en la linterna.
Son
románicos, los pilares del crucero y los de separación de las naves, hasta la
primera serie de capiteles. También los muros exteriores del brazo mayor de la
cruz. Igualmente, románicas y de medio punto son las ventanas bajas.
De estilo gótico son las naves bajas, e igualmente la nave alta, con bóvedas
del siglo XIV.
De esta época son la segunda serie de capiteles y los ventanales de arco apuntado
con crucería de la nave central.
Y
ahora haremos la visita detallada al interior de la Catedral.
Puede seguir en secuencia, pasando páginas, o usar la "Visita Guiada"
que viene a continuación.
Si pasa página, sin usar la "Visita guiada" comenzaremos nuestro
recorrido por la nave de la izquierda, según se entra en la Catedral.
Para hacer la visita guiada a la Catedral, seleccione la zona que
desee, pulsando la letra correspondiente en el plano: |
|
Parroquia
San Pedro:
Es la primera capilla que encontramos a la izquierda según entramos en la
catedral por la puerta de la fachada principal.
Es obra del S. XV mandada construir por el obispo D. Fernando Luján (1449-1465)
en 1455 y que entonces se llamó capilla del Corpus Christi.
Su portada plateresca es de Francisco de Baeza 1503-1542 (S. XVI), y sobre ella
aparece, flanqueado por dos dragones el escudo del obispo fundador.
La reja es gótico-plateresca de Juan Francés (1533). Al entrar, a la derecha
encontramos sobre el muro, y elevado sobre el baptisterio, el sepulcro con la
estatua yacente gótica del obispo fundador D. Fernando de Luján.
Poco
antes del año 1600 se trasladó aquí la parroquia de San Pedro, que estaba a la
derecha de la Capilla Mayor en el centro de la catedral.
Mas tarde, esta capilla fue ampliada por el obispo Godoy en 1680 (que está
enterrado ante el altar mayor de dicha Capilla Mayor).
A ambos lados del altar mayor podemos observar los escudos de armas de este
obispo dominico Fray Pedro Godoy que añadió, a la parte inicial, tres nuevas
bóvedas que parecen góticas, aunque son de finales del siglo XVII. Son de
crucería inicialmente octopartita, aunque con más partes, pues están divididas
por los nervios circulares que la adornan y completan.
En algunas claves principales (cruce de los nervios de la bóveda) aparece el
escudo del obispo Godoy (cuadros blancos y negros, como tablero de ajedrez).
Este escudo, muy adornado aparece también a ambos lados del presbiterio, como
ya se ha dicho.
En el altar mayor, bajo una estatua de San Pedro de pontifical, está la
Santísima Trinidad que es obra de Mariano Bellver, de 1861.
Muy recientemente, en marzo de 2002, se han colocado nuevas vidrieras de color
en los tres ventanales (dos alargados y otro circular entre ambos) de la
fachada oeste de la Parroquia.
Su colorido se puede apreciar mejor al atardecer, con la luz de poniente.
Puerta
San Valero:
Con pilastras renacentistas, arabescos mudéjares y arcos de estilo gótico,
aunque es de principios del S XVI. Fue labrada por Domingo Hergueta.
Encima
del arco, hay una hornacina con doble orla plateresca (hoy con una imagen de la
Virgen) y a ambos lados los escudos del Cabildo (jarrón de azucenas) y del
obispo López de Carvajal (1495-1511) (pues se construyó bajo su prelatura).
La puerta da entrada al Claustro donde está la Capilla de S. Valero (la
más antigua dentro de la catedral, con planta románica y verja gótica).
Altar
San Martín:
Retablo barroco de 1668. Con un gran cuadro de San Cristóbal.
Capilla
de la Anunciación o de la Purísima:
Fundada en 1515 por D. Fernando Montemayor (que sustituyó a Cisneros en el
cargo de Provisor).
La fachada es de estilo Cisneros, con mezcla de tres estilos:
La
parte baja es plateresca, desde la base hasta el comienzo del arco; en ella, en
dos hornacinas vemos las estatuas de S.Miguel y Santiago, en piedra.
El centro es mudéjar, con los escudos del fundador entre la ornamentación
geométrica de líneas entrecruzadas formando figuras estrelladas y poligonales: lacería.
El friso que le sigue es también de lacería (mudejar), aunque en el paño
central está el escudo del cabildo rodeado a ambos lados por dos paños con las
figuras de una Anunciación: estas figuras de la Virgen y del ángel están bajo
arquillos góticos. Le sigue otro friso con los escudos del fundador y del
Cabildo, separados por paños de lacerías, que da paso a una cornisa, muy
decorada de tipo musulmán, con una figura de león en cada extremo.
Remata todo ello una ornamentación afiligranada, de estilo gótico-flamígero,
formada por arquillos que soportan un Calvario en el centro.
La reja es gótica, de Juan Francés (1500) con barrotes retorcidos y temas
renacentistas.
El interior, que está cubierto por bóveda gótica, contiene en el muro de la izquierda el sepulcro con la estatua yacente plateresca de D. Fernando Montemayor, el fundador (aún queda algo de la policromía inicial), y su escudo se puede ver en el centro de la base.
Esta
obra es del mismo escultor que realizó el mausoleo del hermano del Doncel, el
obispo de Canarias (ya hablaremos de él al analizar la capilla de San Juan y
Santa Catalina o del Doncel). Sobre la sepultura, en el interior del arco se
pueden observar unos libros labrados.
En el muro de enfrente, el sepulcro de D.Eustaquio Nieto y Martín, el obispo
que murió en la guerra civil española.
Recientemente se ha enterrado en el suelo, a la entrada de la Capilla, al
obispo D. Plá Gandía.
Capilla
San Marcos:
La fachada es de decoración gótica.
El intradós (superficie inferior del arco de entrada) es gótico y plateresco.
Sobre esta portada está el escudo del fundador.
El fundador fue D. Juan Ruiz de Pelegrina, chantre de la Catedral. En el interior está su enterramiento (gótico), y en el retablo, un tríptico de San Marcos y Sta. Catalina con seis tablas, del S. XVI.
Sepulcros
D. Juan González y D. Antón González:
Sepulcro doble, formando ángulo recto las dos estatuas: una de ellas adosada al
muro: en estilo gótico.
D. Juan González fue embajador de D. Juan II.
Altar
San Juan Bautista:
Arco plateresco de Francisco Baeza (1530). Retablo barroco del S. XVIII
Altar
San Miguel:
Enfrente al de S. Juan, en el muro de la nave central, bajo el órgano del coro.
Es del S. XVII
Y
con esto damos paso a la nave izquierda del crucero (en el transepto).
Aquí encontraremos lo mejor del plateresco...
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Estamos
en la nave izquierda del crucero o "rincón del plateresco", en el
transepto. Aquí podemos encontrar cuatro piezas fundamentales del plateresco,
ese estilo de arte perteneciente al Renacimiento y que son: La Sacristía
Moderna o de Sta.Librada, la Puerta del Pórfido, el Altar y Retablo de
Sta.Librada y el Mausoleo del Obispo D.Fadrique de Portugal.
Veremos en la siguiente composición fotográfica, más abajo, un conjunto de
izquierda a derecha, de las cuatro obras mencionadas.
Sacristía
Moderna o de Sta. Librada:
Con portada plateresca de Francisco de Baeza, pilastras planas sobre pedestales
con las jambas y el dintel llenos de adornos vegetales tallados. Tiene un gran
friso y frontón triangular con las armas de D. Fadrique de Portugal.
El pasillo, desde el interior de la catedral que nos lleva a ella, es estrecho:
a su lado sube la empinada escalera de caracol, que nos lleva hasta lo más alto
de la torre de la fachada norte, casi simétrica a la del Gallo (de la
fachada sur) aunque más baja, pues llega a la altura de la nave central.
En el interior de la sacristía, cajonera plateresca. En la planta superior, hay
una buhardilla semiabandonada con bóveda de medio cañón.
Puerta
del Pórfido (y del Jaspe):
Es de comienzos del S. XVI y se hizo en fases diferentes. Una, en la época del
Obispo López de Carvajal (1495-1511), que hacia 1503 la mandó construir para
sustituir la antigua puerta del antiguo claustro.
En la segunda fase, la completó Francisco de Baeza hacia 1508, y finalmente se
terminó con el obispo D.Fadrique de Portugal (1512-1532), hacia 1515,
recubierta con abundantes añadidos platerescos.
Es
de decoración plateresca, con pilastras lisas, una serie de frisos (en el
primero de ellos aparece el nombre de CARVAJAL) y una alta hornacina con la
escultura de Dios Majestad.
Junto a las columnas que rodean la hornacina, hay sendos monstruos que sujetan
en sus bocas unas cintas que sostienen dos niños sentados en la cornisa.
Sobre la cornisa destaca el escudo de D.Fadrique de Portugal.
Da paso al claustro, donde está la Puerta del Jaspe, de 1507, en mármol amarillo y rojo, que es de lo más antiguo del renacimiento en la catedral. La veremos cuando analicemos el Claustro.
Altar
y Retablo Sta. Librada:
Una de las mejores obras del plateresco (S. XVI). Trazada por Alonso
Covarrubias y realizada bajo la dirección de Francisco de Baeza. Fue mandado
hacer por el obispo Don Fadrique de Portugal.
El
retablo, labrado en piedra caliza, consta de tres cuerpos, destacando en el
centro del primero, una profunda hornacina con el altar de la Santa. El retablo
de este altar es manierista-rafaelesco con seis tablas, cinco de ellas con
escenas de la vida de Sta.Librada. En el friso de la tabla central, debajo de
la crucifixión, hay escenas mitológicas como los trabajos de Hércules.
En el centro del segundo cuerpo, se guarda el cuerpo de la Santa y otras
reliquias, en una urna de piedra y dentro, igualmente, de una hornacina cerrada
con reja gótico-plateresca de Juan Francés.
En estos dos
primeros cuerpos del retablo, a ambos lados del hueco central, hay pequeñas
hornacinas con las estatuas de las hermanas de Sta. Librada, y más hacia afuera
grandes escudos de armas de Don Fadrique (en el cuerpo de abajo) y escenas de
la Anunciación, en el cuerpo de arriba.
El tercer cuerpo del retablo es mas reducido que los dos anteriores y forma un
frontón con un relieve de la Asunción en el tímpano.
Mausoleo
D. Fadrique de Portugal:
También obra capital del plateresco, de la misma época y autor que Sta.
Librada, pues lo trazó Covarrubias y lo ejecutó Baeza. Se hizo hacia 1520.
Consta de tres cuerpos, con un zócalo de gran ornamentación y una cartela con
una inscripción funeraria alusiva a D.Fadrique.
El primer cuerpo contiene un gran escudo de este obispo en el centro, con dos
nichos con tallas a los lados.
El segundo cuerpo, contiene en el centro una gran hornacina en la que aparece
D.Fadrique de rodillas. Termina por arriba en venera (concha) invertida. A los
lados, dos hornacinas más pequeñas, con S.Pedro y S.Pablo.
El tercer cuerpo está formado por una Piedad en altorrelieve, rodeada por los
escudos del fundador.
Flanquean varias columnas y pilastras de variada decoración estos tres cuerpos
que se coronan, en lo alto, con un calvario.
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También llamada deambulatorio, fue añadida a la catedral a finales del S XVI. (Tardaría en hacerse 30 años, pues se concluyó en 1606).
A lo largo de la
girola observamos bóvedas de medio cañón con arcos perpiaños (transversales al
eje circular de la nave).
Como hemos visto, anteriormente había una cabecera románica con cinco ábsides y
sus respectivas capillas absidiales: San Juan Bautista, San Agustín, Capilla Mayor,
San Pedro y San Pablo y Santo Tomás Cantuariense.
Sacristía
menor (de los Mercenarios):
Era una de las antiguas 5 capillas absidiales originales del S XII, la de San
Juan Bautista, y su acceso quedó tapiado al hacerse el mausoleo de D. Fadrique
de Portugal hacia 1520. Por ello se hizo la entrada en la Girola.
Portada barroca de 1668. Con altas bóvedas góticas (aunque son de mediados del Siglo XVII.
Sepulcro
D. Bernardo Agén:
Estatua yacente de mármol blanco de estilo gótico, esculpida por Martín de Lande
en 1449, bajo arco escarzano (arco rebajado).
Se instaló en este lugar cuando acabó de construirse esta parte de la Girola en
1598.
Sacristía
Mayor, o de Las Cabezas:
En 1532, Alonso de Covarrubias hizo el diseño, trazando los planos.
En la ejecución intervienen Francisco de Baeza y Martín de Vandoma (1554).
La
Portada es renacentista, plateresca de 1573, en piedra, con columnas adosadas
sobre altos pedestales, y con varias hornacinas con esculturas de apóstoles,
bajo la dirección de Juan Sánchez del Pozo (maestro arquitecto de la obra de la
Girola).
La Puerta es de nogal con tallas platerescas, también de Martín de Vandoma.
En el
interior, la bóveda de medio cañón, formada por cuatro secciones divididas por
arcos perpiaños (transversales al eje de la nave), tiene 304 cabezas grandes y
cerca de 2.000 pequeñas.
Muchas de estas cabezas, en las que destaca su expresividad y variedad,
representan en piedra muchos de los tipos sociales de la época: monjes, guerreros,
obispos, doctores..etc
También destaca en esta Sacristía una Anunciación del Greco (siglo XVII) (actualmente en la Capilla del Espíritu Santo) y el mobiliario, principalmente las Cajoneras que son de nogal con tallas platerescas, y una mesa, también de nogal, que es del siglo XVIII y cuyo tablero es de una sola pieza.
Capilla
del Espíritu Santo:
desde la Sacristía anterior, por medio de una portada muy ornamentada y una
reja plateresca de hierro forjado, se pasa a esta Capilla del Espíritu Santo o
de las Reliquias. La reja es de Hernando de Arenas, costeada por el obispo D.
Fernando Niño de Guevara (1546-1552) hacia 1561. Su escudo está en ella, y
posiblemente es la mejor reja de toda la Catedral.
La ornamentación de la capilla es plateresca, teniendo en los muros, en lo alto
una faja plateresca en la que hay una Anunciación: curiosamente, la Virgen y el
Angel están en muros opuestos, pero relacionados por la postura que tienen.
Más
arriba, los muros culminan con una cúpula semiesférica sobre pechinas, que
soportan una linterna majestuosa, con Dios Padre. La obra es de Martín de
Vandoma.
Sobre el altar, bustos de santos que contenían reliquias y, entre otras, una
talla en ciprés del obispo S.Martín de Finojosa. Hay también trípticos de
valor.
Altar
S. Ildefonso:
Arquitectura del siglo XVII, con línea renacentista. Retablo del mismo siglo.
Altar
S. Felipe Neri:
Arquitectura renacentista de corte herreriano. Retablo con lienzo de San
Felipe.
Altar
Ntra. Sra. Del Rosario:
Es el central de la Girola. También del siglo XVII, renacentista. En la
hornacina, está la talla policromada de la Virgen del Rosario.
Altar
S. Roque:
Con obra renacentista herreriana, tiene un retablo barroco.
Altar
S. Pedro Arbués:
Similar a los anteriores, del siglo XVII.
Capilla del Cristo de la Misericordia:
Fue
antiguo sagrario o Sacristía Mayor.
Con portada plateresca con arco de medio punto y un frontón triangular
recargado renacentista, construida en 1498 por Miguel de Aleas y Fernando de la
Quejigas.
La reja es del S. XVII, labrada por Domingo Zialceta en 1649. En el interior, bóveda gótica tardía (muy parecida a la de la capilla de la Concepción en el claustro). El retablo es de un barroco moderado con altar del S XVII.
El
Cristo, es una talla en madera del S. XVI.
Esta capilla tiene una sacristía, en su lado izquierdo, con portada
renacentista
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Crucero es el espacio en que se cruzan dos naves perpendiculares: la nave central o principal y la nave transversal o transepto.
Este espacio de planta rectangular, está delimitado por cuatro pilares (tres de ellos recubiertos por varias columnas en haz y el cuarto formando una única columna circular) que tienen adosadas cuatro estatuas, posiblemente del siglo XIV, de Isaías, Zacarías, la Virgen María y el arcángel San Gabriel.
El crucero da
paso hacia el frente, al presbiterio (pasando bajo un magnífico arco toral
sostenido por haces de columnas) donde se sitúa la capilla mayor.
Hacia atrás, el crucero da paso al Coro.
En el transepto, los laterales del crucero están cubiertos por bóvedas divididas en seis partes (sexpartitas).
Podemos
observar en las imágenes superiores el lado norte y sur del transepto, con sus
respectivos rosetones.
En el norte, la zona del plateresco: Santa Librada, Sepulcro de D. Fadrique de
Portugal...etc.
En el sur, la puerta de la Cadena, a la plaza Mayor, y el magnífico rosetón
románico.
La bóveda central, de planta cuadrada, está dividida (por nervios) en ocho partes, dejando espacio para ocho ventanales ojivales (dos por lado): Todo ello forma la linterna, edificada en la restauración de la posguerra.
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Se entra en este recinto, en el fondo de la nave principal, por una reja plateresca de hierro forjado del S. XVII (1633), realizada por Domingo de Zialceta a expensas del prelado Fray Pedro González de Mendoza (1623-1639) (no confundir con el cardenal con el mismo nombre del siglo XV). El escudo de este prelado está en el centro del montante que se remata con un calvario, en la parte superior.
Esta capilla fue restaurada a expensas de cardenal D. Pedro González de Mendoza (1467-1495) en 1488, como puede verse en la inscripción, hoy un tanto borrosa, en el friso, sobre los primeros capiteles:
Por mandato del Reverendísimo e Ilustre Señor.
D. Pedro González de Mendoza,
Cardenal de España, Arzobispo de Toledo e Obispo de Sigüenza, Primado de las
Españas,
Canciller Mayor de Castilla...se reedificó e enlosó de nuevo esta Capilla e se
pusieron
las vidrieras e la reja e se fizo de nuevo el Sagrario e Retablo, todo con las
ayudas
de su señoría Reverendísima. Año 1488, obrero D. Fernando de la Coca.
La
parte inicial del presbiterio, de planta cuadrada, está cubierta por una bóveda
dividida en seis partes (sexpartita), que deja espacio para cuatro ventanales
de estilo ojival, dos por cada fachada norte y sur.
En el muro de la Epístola, enterramiento de D. Alonso Carrillo de Albornoz,
Cardenal de San Eustaquio (1424-1434) de influjo gótico-borgoñón.
Fue
mandado hacer por su sobrino D. Alonso Carrillo de Acuña. obispo de Sigüenza
(1434-1447). A los lados están las estatuas de S.Pedro y S.Pablo, y por encima
de éstas unos pináculos que terminan en una hilera de arcos ciegos y de estilo
gótico sobre los que está el escudo del cardenal.
El nicho con la estatua yacente está dentro de un arco con forma de quilla
invertida (arco conopial). Al fondo, tras el cardenal, está la estatua de
S.Eustaquio entre las de S.Juan Bautista y S.Juan Evangelista.
También están otros sepulcros del hermano de D. Alonso Carrillo y su esposa María de Castilla, nieta de Pedro el Cruel. Las estatuas son de alabastro.
En el muro del evangelio, bajo un arco gótico, está la sepultura de D. Pedro de Leucate (segundo obispo tras la reconquista) y también, el del obispo fray Alonso Pérez de Zamora (1328-1340), con estatua sin cabeza.
En el
Presbiterio, la parte del fondo forma el ábside, que es de planta poligonal y
está cubierto por una bóveda dividida en nueve partes, que deja espacio para siete
ventanales de arcos apuntados muy estilizados, que dan hacia la fachada este.
En este espacio se encuentra el ALTAR MAYOR: con un retablo
renacentista, en madera policromada de tres cuerpos de diferente estilo:
jónico, corintio y compuesto, obra de Giraldo de Merlo del S. XVII (1609), a
instancias del prelado fray Mateo de Burgos (1606-1611).
Esta
es una de las tres obras maestras de este escultor (parecido al del monasterio
de Guadalupe, aunque inferior al de la catedral de Cuenca.
En la parte superior del tercer cuerpo del retablo, se encuentra el Calvario y
sobre él, un frontón semicircular barroco en el que se apoya el escudo de Fray
Mateo de Burgos, sostenido por ángeles.
Delante del primer cuerpo del retablo, se encuentra el tabernáculo de corte
herreriano, con columnas jónicas.
Antiguamente,
alrededor del altar estaba el Coro que hacia 1490 se trasladaría a su situación
actual.
Es muy posible que encima de este antiguo coro hubiera una tribuna o Triforio,
pues aún se pueden localizar, tras el altar mayor algunos ventanales tapiados
en el muro.
Inmediatamente delante de la verja ya descrita del presbiterio se hayan los púlpitos:
Púlpito de la epístola: gótico flamígero
Realizado en alabastro y trazado por Rodrigo Alemán en 1496 (S. XV), fue
mandado poner por el Cardenal Mendoza.
Es el que vemos en la imagen, a la derecha.
Lo soporta una columna con sección octogonal y capitel corintio. La caja del púlpito es también octogonal y en los tableros de los lados aparece el escudo del Cardenal. En las hornacinas centrales hay imágenes de la Virgen, S.Jorge y Sta.Elena.
Púlpito
del evangelio: plateresco
También de alabastro, quizás la mejor obra de Martín de Vandoma en el S. XVI,
en 1572. Este gran arquitecto y escultor nació en Sigüenza y podemos encontrar
muchas de sus obras, principalmente platerescas, en la Catedral.
Lo podemos ver a la izquierda, en la imagen. Su columna es cilíndrica con fuste
estriado y capitel jónico-corintio. La caja es de sección octogonal y en los
tableros hay relieves con escenas de la Pasión.
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Situado
en el centro de la nave principal, fue construido por iniciativa y a expensas
del cardenal D. Pedro González de Mendoza (1467-1495), hacia 1490.
Anteriormente estaba en la Capilla mayor.
Se entra en este recinto por reja renacentista de hierro forjado del S. XVII
(1649), realizada por Domingo de Zialceta a expensas del prelado Fray Pedro de
Tapia (1645-1649), con tres imágenes, en la parte superior, de la Virgen del
Rosario, Santo Domingo de Guzmán y Santo Tomás de Aquino, de chapa recortada.
La planta es rectangular, y se compone de 84 asientos, situados en dos filas,
la segunda más elevada que la anterior, formando una sillería en nogal,
teniendo los respaldos una ornamentación gótica con celosías que no se repite.
Es obra de Francisco de Coca, Petijuán y otros, entre los que figura Martín de
Vandoma.
Sobre los asientos de la sillería alta, hay un dosel corrido, en gótico
flamígero, con escudos del Cardenal Mendoza.
También
el respaldo de la silla episcopal, en el centro, tiene el escudo policromado de
este cardenal, que corona con un pináculo gótico flamígero.
Coronando la sillería superior, y sobre el dosel corrido, se extienden dos
tribunas (donde está el órgano churrigueresco de 2.100 tubos, con una
balaustrada plateresca con escudos del Cabildo (jarrón con azucenas) y del
obispo D. Fadrique de Portugal (1512-1532) que ordenó construir 1a balaustrada.
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Capilla
del Doncel (de los Arce) o de S. Juan y Sta. Catalina:
Encontramos esta capilla en el lado sur del transepto y es un verdadero museo
de obras de la estatuaria castellana de los siglos XV y XVI. Fue una de las
cinco capillas absidiales, antes de construir la Girola, dedicada a Sto. Tomás
de Cantérbury. Este Sto. Tomás, es el Tomás Becket, canciller de Enrique II
Plantagenet (padre de Ricardo Corazón de León), que después de nombrado
arzobispo de Cantérbury fue ejecutado en las gradas del altar.
La portada es plateresca con muchos elementos góticos, de Francisco de Baeza,
siendo la reja de Juan Francés (entre 1526 y 1532).
En
el interior (que ha ganado grandemente, con la reciente restauración y limpieza,
en belleza y luminosidad) hay varios enterramientos, destacando en el centro
del panteón el mausoleo, de estilo renacimiento, de los padres del Doncel, D.
Fernando de Arce y Dña. Catalina de Sosa, sostenido por leones y con efigies
yacentes de ambos. La cabeza de ella sobre un cojín, la de él sobre laureles,
indicando que murió guerreando.
Destaca también, en el muro, el sepulcro plateresco de D. Fernando de Arce,
obispo de Canarias y hermano del Doncel.
Pero la obra maestra de esta Capilla, y quizás de la Catedral, es el enterramiento de D. Martín Vázquez de Arce, el Doncel de Sigüenza, en gótico flamígero, "una de las estatuas más bellas de España" según Ortega y Gasset.
Bajo
una hornacina en arco de medio punto se haya el sepulcro con la estatua
semiyacente del Doncel recostado, en alabastro y de autor anónimo.
La parte inferior de la hornacina, contiene esta inscripción:
Aquí yaze Martín Vasques de Arze
cauallero de la Orden de Sanctiago
que mataron los moros socorriendo
el muy ilustre señor duque del Infantadgo su señor
a cierta gente de Jahén a la Acequia
Gorda en la vega de Granada
cobró en la hora su cuerpo Fernando de Arce su padre
y sepultólo en esta su capilla
ano MCCCCLXXXVI. Este ano se tomaron la ciudad de Lora,
las villas de Illora, Moclín y Monte frío
por cercos en que padre y hijo se hallaron.
Quizás
lo más impresionante de la estatua, sin olvidar la perfección de la doble cota de
mallas y de tiras de cuero labrada en el alabastro, o la naturalidad de su
postura recostada con las piernas cruzadas indolentemente, es la indefinición
de los sentimientos del Doncel: ensueño, abandono, meditación, cansancio...
Como dice Aurelio de Federico en su libro, deja al observador que complete y
desarrolle esos fenómenos psicológicos que la estatua solo inicia, insinúa y no
hace más que apuntar.
Esta capilla tiene también una sacristía. Del retablo de su altar, aún se conservan tablas góticas de cuando este conjunto estaba dedicado a Sto. Tomás de Canterbury ó a San Juan y Santa Catalina. Parte de ellas están en el Museo del Prado.
Retablo
del lado sur del Transepto, junto a la puerta del Mercado:
Recientemente, a finales de octubre de 2001, se ha instalado en este lugar y
haciendo ángulo recto con la Portada de la Capilla del Doncel, parte del
antiguo retablo que, como se ha comentado anteriormente, estaba en la Sacristía
de esta Capilla del Doncel.
Se compone de varias de las tablas realizadas entre el siglo XV y XVI, para el
retablo mandado construir por la familia de la Cerda hacia 1440. Pintadas en el
estilo de fusión del gótico con la pintura de Siena, aportan un conjunto de
gran belleza y colorido a esta parte del Transepto sur.
La obra parece
ser de Juan de Sevilla, aunque algunas tablas (la del Calvario y las de los
Apóstoles), son de Pedro Andrade.
Los escudos que aparecen en la parte superior de algunas tablas pertenecen a la
familia de los Arce (que con la debida autorización recubrieron los escudos de
armas iniciales, de la familia de la Cerda).
Puerta
del Mercado o de las Cadenas:
Por la que se sale a la Plaza Mayor. Inicialmente se llamó de la Cadena, porque
allí se situaba el tribunal del provisor o alcalde, y una cadena separaba el
tribunal del auditorio.
El interior tiene aire románico y en lo alto, hay un rosetón románico de gran
belleza.
Retablo
Ntra. Sra. De la Leche:
Muy recientemente, en marzo de 2002, ha vuelto a su lugar original, tras su
restauración, la imagen de esta virgen, Nuestra Señora de la Leche.
El restaurador, Francisco Boldo Pascua de orígen seguntino (del grupo
ATRIUM-CRBC, SL), ha sabido recuperar con mucha dedicación, arte y buen gusto,
la belleza y policromía tanto de la imagen como de todo el conjunto de este
retablo, que está adosado al pilar derecho delantero que enmarca el coro, por
su parte exterior.
La bella imagen, con la Virgen y el Niño en alabastro, es del Renacimiento
(formas redondeadas) de 1514, y fue cincelada por Miguel de Aleas (1498-1519).
Desde esa época se la conoció como Nuestra Señora del Cepo. Este nombre le
viene por el cepo o cepillo que aún se puede observar en el cuerpo inferior del
retablo, en el que se recogían las limosnas para las obras de la iglesia, y que
está centrado entre dos escudos con las armas de Don Fadrique de Portugal.
El retablo,
realizado en estilo plateresco, es de Francisco de Baeza (1515). Las columnas
que encierran la hornacina de la imagen y enmarcan la media cúpula avenerada
(en forma de concha invertida) son también de alabastro. Todo el conjunto
termina en la parte superior con un friso y un frontón con el escudo del
Cabildo en el tímpano (el jarrón con azucenas). Fue realizado por encargo del
obispo D. Fadrique de Portugal (1512-1532), cuyos escudos hemos mencionado
anteriormente y que ahora, con la restauración reciente, se nos presentan
llenos de colorido.
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Altar
de Ntra. Sra. De las Nieves
Siguiendo por la nave lateral de la epístola y hacia la fachada principal, en
la fachada norte y en su interior, está este altar de estilo barroco de 1718. A
su derecha está el sepulcro de D. Pedro García de la Cornudilla de 1462, en
bastante mal estado.
Altar
de San Pascual Bailón:
Enfrente del anterior, en la nave central bajo la fachada del Coro, de 1691.
Altar
Sta. Ana:
Con retablo barroco, de 1676
Altar
San Bartolomé o Santa Cecilia:
Junto a él está una pintura en lienzo, con la venida del Espíritu Santo. Es el
último, antes de llegar a la puerta de arco de medio punto, por la que se
accede a la escalera de subida a la torre de las campanas.
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Altar
Ntra. Sra. la Mayor:
Gran retablo barroco, con seis grandes columnas salomónicas de mármol plomizo y
cuatro rosáceas, creado por Juan de Lobera, y terminado en 1688 (S. XVII).
Fue mandado construir por el obispo D. Andrés Bravo de Salamanca (1662-1668).
La
imagen de Nuestra Señora la Mayor, patrona de Sigüenza, es una talla románica en
madera de ciprés del S. XII.
La tradición dice que fue D. Bernardo de Agén quién la trajo de Aquitania
(Francia), y está sobre el altar con frontal de plata.
La
restauración del Trono de la Virgen se realizó en julio-diciembre del 2000, fue
patrocinada por la Cofradía de la Virgen de la Mayor, y realizada por el mismo
restaurador que recientemente restauró el retablo e imagen de la Virgen de la
Leche (ver más arriba).
"Se trata de la peana original que tuvo la imagen tras terminarse el
trascoro, regalada por Alvaro de Valenzuela, capellán de las Descalzas Reales
de Madrid y canónigo de la Catedral (dicho canónigo fue el que trajo a Lobera
para construir el trascoro o altar de la Virgen de la Mayor).
La peana está chapada en ébano, tiene aplicaciones de bronces dorados al fuego
e incrustaciones de piedras semipreciosas como ágatas, lapislázuli,
calcedonias, jaspe...." (descripción que nos ha llegado del restaurador,
Francisco Boldo Pascua).
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Se
inició la reedificación en 1505, por iniciativa del obispo y cardenal D.
Bernardino López de Carvajal (1495-1511), con ayuda del Cardenal Cisneros (que
ya hemos visto anteriormente fue capellán mayor de la Catedral en tiempos del
Cardenal Mendoza), para sustituir el inicial que probablemente tenía techo de
madera.
Aún se ven en sus muros internos las muestras de los huecos donde estuvieron
empotradas las vigas que soportaban la techumbre.
La ejecución se encargó a los maestros canteros montañeses Fernando y Pedro de
las Quejigas.
Es
de estilo gótico tardío, con elementos renacentistas, mide casi 40 metros cada
una de las cuatro galerías, con siete ventanales ojivales por lado, calados con
celosías góticas y que, curiosamente, están protegidos por verjas góticas.
Dos puertas de arcos semicirculares y decoración plateresca, cerradas por rejas
también platerescas, dan paso al jardín, en cuyo centro hay un aljibe de piedra
de sillería con un brocal renacentista.
Entre los ventanales, dando al jardín, hay unos arcos escarzanos (rebajados)
que soportan la cornisa del claustro.
Las bóvedas del claustro son de crucería sexpartita, con algunas claves (cruce
de los nervios, o dovelas) labradas con los escudos del obispo López de
Carvajal y del Cabildo (algunas aún con policromía). Estos arcos de las bóvedas
no se apoyan en columnas.
Está situado en el costado norte de la Catedral (que no es muy común, pues
suelen estar situados al sur).
En sus muros se abren varias capillas:
Junto a la puerta de San Valero (que da al interior de la catedral, como ya hemos visto anteriormente) y en la nave de comunicación está la Capilla de San Valero (la más antigua dentro de la Catedral) de planta románica y verja gótica.
Al
salir al Claustro, de frente, está la galería del poniente, llamada
"Panda del Palacio" cuyo muro exterior da a la Parroquia de San
Pedro, dentro de la Catedral.
Esta galería se dedicó a enterramientos de criados y familiares lejanos de los
capitulares.
En
la galería norte del claustro, llamada antiguamente "Panda de la
bodega o de San Sebastián" (y dedicada a enterramientos de familiares de
los canónigos), ha sido recientemente inaugurado (a finales de julio de 2014)
el nuevo Museo de Tapices, una gran
sala que fue antigua bodega y cocina monástica cuya conversión a museo ha sido
realizada por el arquitecto D. Eduardo Barceló.
Aquí se han traído ocho tapices flamencos, de la primera mitad del siglo XVII,
que han sido recientemente restaurados por el Instituto del Patrimonio Cultural
y la Real Fábrica de Tapices de Madrid, y que contienen ocho escenas de una alegoría mitológica sobre "Palas
Atenea", una de las principales divinidades griegas y diosa olímpica, hija
del dios Zeus e imbatible en la guerra. Fue la protectora de Atenas.
Estos ocho tapices estaban anteriormente en diversas salas de la Catedral y la
extensión media de cada uno es de unos 18 metros cuadrados.
También, en esta panda norte, está la Capilla de la Concepción, la más interesante del Claustro, terminada en 1509 en estilo gótico flamígero. Su portada se centra entre dos pilastras muy decoradas, termina con un friso con una Virgen en el centro, debajo del cual hay un arco escarzano también muy decorado. La cierra una reja de hierro forjado, con adornos, del maestro Usón.
En abril de 2003,
se ha abierto de nuevo al público (en visita guiada) esta capilla, tras varias
obras de restauración en su interior: destacan las dos tribunas con balaustres y
decoración gótico-plateresca y, especialmente, la magnífica bóveda de crucería
gótico mudéjar de nervaduras múltiples de terceletes, con las dovelas clave con
decoración polícroma.
En los muros
quedan restos de las pinturas iniciales con arcadas platerescas recreando a
través de ellas un jardín. Es una pena el desgaste que el paso del tiempo ha
ocasionado en estas pinturas murales aunque, en la restauración, se han
conservado las originales (ya muy desgastadas).
Muy recientemente, en el pasado mes de julio de 2014, se ha trasladado a esta
capilla de la Concepción, el cuadro al óleo de la Anunciación, realizado
por Doménikos Theotokópoulos, más conocido como El Greco.
En la galería este, llamada "Panda de los Caballeros o del Cabildo" (y dedicada a sus enterramientos), encontramos en primer lugar la Sala Capitular de verano, antigua capilla de nuestra Sra. de la Paz y antiguo museo diocesano, con techo plano mudéjar policromado, y estuvo decorada con tapices flamencos.
En el mes de julio 2018, se inauguró en el Museo de Tapices (en la panda este del Claustro), en esta sala de la
Fragua, una segunda Sala segunda de totalmente restaurados, ocho tapices flamencos del siglo XVII que
estaban distribuidos en otras salas de la Catedral y que contienen ocho escenas
de alegorías dedicadas a Rómulo y Remo, fundadores de Roma.
Estos tienen una
extensión media de cada uno de unos 18 metros cuadrado
Con estas dos salas se han reunido en todo este Museo, los dieciséis tapices flamencos que en 1664 se colgaron por primera vez en la Capilla Mayor de la Catedral, y
eran regalo del obispo Andrés Bravo de Salamanca:
los ocho de la "Alegorías de Palas Atenea" en la primera sala (en la panda norte), y con estos ocho de la "Historia de Rómulo y Remo" la
segunda sala (en la panda este).
Sigue la Capilla de Santiago el Zebedeo o de los Gamboa, con portada plateresca de 1522 y escudo en el frontón de D. Fadrique de Portugal.
La reja es de
hierro forjado y, también, plateresca. Estuvo dedicada a enterramiento
familiar.
La puerta siguiente da a la Claustra, patio de la antigua residencia de los Canónigos.
La
antigua capilla de la Concepción, convertida en Librería del Cabildo,
fue originalmente Sala Capitular, construida en 1180.
Ya se ha visto que tiene la primer bóveda de ojivas de la Catedral, con los
arcos partiendo del suelo, en un estilo protogótico, conviviendo con su muro
románico que da a la Claustra con un rosetón románico y ventanales con arcos de
medio punto.
Al convertirla en Biblioteca, a principios del siglo XVI, se labró su portada
renacimiento con decoración plateresca.
La cierra una reja de hierro forjado, mandada construir por D. Fadrique de
Portugal (1512-1532), cuyo escudo aparece en ella.
La
Capilla de S. Pedro Mártir, tiene portada plateresca de Francisco de
Baeza y es llamada también de "los Zayas" por ser fundada por la
familia de los duques de Pastrana, cuyo escudo aparece en lo alto de la
portada. La cierra también una reja de hierro forjado.
Se abrió al Claustro en el siglo XVI, pues anteriormente, como se ha visto en
la sección de Fases de la Construcción, fue la primitiva Sacristía (del siglo
XII). Tiene bóveda de cañón y a través de una puerta interior se pasa a una
escalera de caracol por la que se tiene acceso a la parte posterior del altar
de Sta.Librada .
Ya en la galería sur, llamada "Panda de Santa Magdalena" dedicada a enterramientos de canónigos y escuderos, encontramos la Puerta del Jaspe que comunica, como se ha visto anteriormente, con el interior de la Catedral, a través de la puerta del Pórfido, y es de lo más antiguo del renacimiento en la Catedral.
Se hizo en 1507 y consta de arco de medio punto, con pilastras con capiteles
corintios. En el friso se puede leer CARVAJAL, con alusión al cardenal D.
Bernardino López de Carvajal ((1495-1511).
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